El laboreo es la operación de preparación del terreno que se realiza antes de la siembra o plantación de un cultivo. Es fundamental para crear el ambiente idóneo, tanto para el establecimiento del cultivo como para el desarrollo y crecimiento del mismo, de tal manera que se puedan conseguir rendimientos y producciones adecuadas, para obtener la máxima rentabilidad posible en nuestra explotación.

La finalidad del laboreo secundario es preparar el lecho de siembra, que es el lugar donde se producirá la germinación y la nacencia de las semillas.

Este tipo de laboreo se utiliza para controlar la vegetación adventicia y manejar la capa superficial del suelo en el caso de los cultivos permanentes. También cumple con otras funciones como pueden ser: la nivelación del terreno, el enterrado de residuos, el desmenuzado de rastrojos y el volteo, con la rotura y el movimiento de los terrones del suelo.

Un correcto manejo del suelo consiste en realizar las labores en el momento en que se requieren.