De los restos triturados se obtiene una magnifica materia orgánica natural. Esta cubierta natural protege el suelo de su cultivo, sea cual sea la climatología. En caso de lluvias fuertes, protege contra la erosión, y en caso de calor y heladas tiene un efecto aislante. De un suelo cubierto se evapora aproximadamente una tercera parte menos de agua que de la tierra no cubierta. Además, la estructura del suelo mejora continuamente. Pero el material triturado esparcido aún tiene más efectos: los microorganismos desintegran lentamente estos restos vegetales y se forman nuevos humus y nutrientes.
Agricultura aconseja triturar los restos de poda mediante el uso de picadoras en detrimento de las quemas controladas.